Canadá abrió los brazos a la Convención de Rotary 2018, la cual ofreció a todos los asistentes cuatro días de discursos inspiradores y oportunidades para forjar relaciones con socios de todo el mundo.
Toronto, la ciudad más grande de Canadá, fue la sede del mayor evento rotario del año, la Convención anual de Rotary International. Más de 24 000 rotarios asistieron, procedentes de 175 países y regiones geográficas, renovando viejas amistades, encontrando inspiración y sumergiendose en la variedad de culturas que han hecho famosa a esta metrópolis.
En la ceremonia de apertura, que tuvo lugar en el tuvo lugar el domingo en el Air Canada
Centre , Stacey Laforme, líder de los Mississaugas of the New Credit First Nation le dio la beinvenida a los rotarios de todo el mundo. Explicó que tanto Canadá, como país, como Rotary, como organización internacional, son conocidos por su disposición a ayudar a los necesitados:
“Desde el fondo de mi corazón les digo que tanto los pueblos indígenas de estas tierras como los del resto del mundo estamos necesitados. Pónganse de nuestro lado, trabajen con nosotros y caminen junto a nosotros."
Su Alteza Real la Princesa Ana hizo una aparición especial durante la ceremonia de apertura. La princesa es la única hija de la reina Isabel II y el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, y preside Save the Children en el Reino Unido, organización no gubernamental que enfoca su labor en la salud, la educación, la protección y la ayuda en casos de desastre a los niños. Gran defensora de los derechos de la infancia, ella viaja por todo el mundo para apoyar la labor de Save the Children y otras causas humanitarias.
Laura Bush, ex primera dama de Estados Unidos, gran promotora de la alfabetización, la salud y los derechos humanos, y Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelanda y exadministradora del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas dieron inspiradores discursos
Otros de los oradores incluidos en el programa fueron el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud; Ann Gloag, fundadora de la Gloag Foundation y la Freedom From Fistula Foundation, y Caryl Stern, presidenta y directora general de UNICEF USA.
En un acto previo a la Convención se le rindió tributo a Sam Owori quien falleció en 
2017 a las pocas semanas de ser elegido presidente electo. El presidente Ian Riseley entregó a su viuda, Norah Owori, y a su hijo el Premio de Honor de Rotary.
De lunes a miércoles, los asistentes asistieron a sesiones paralelas en las que encontraron inspiración para emprender nuevos proyectos de servicio, perfeccionar sus aptitudes para el liderazgo y adquirir conocimientos para ayudarlos a fortalecer sus clubes.
El compañerismo es uno de los componentes más importantes de las convenciones de Rotary y se pudieron desarrollar gracias a los eventos de la Comisión Organizadora Anfitriona que estuvieron orientados a dar la bienvenida a Toronto a los asistentes a la Convención, mostrarles la ciudad y ofrecerles oportunidades para socializar.
