Compañerismo y amistad en Rotary
Fomentando "el conocimiento mutuo, como ocasión de servir".
El compañerismo y la amistad en Rotary
 
Constantemente oímos hablar en el club y en las reuniones de los rotarios a las personas más enteradas de las bases ideológicas del Rotarismo expresando que el aspecto fundamental de su actividad radica en reunirse en grupos de profesionales o empresarios bajo el cobijo de la amistad para el servicio.
 
Sin embargo, la palabra compañerismo forma parte muy importante de nuestros estatutos y nuestra organización interna como club, de hecho tenemos un Comité de Compañerismo que depende de la avenida de servicio en el club y que trata de mantenernos en comunicación constante enterándonos de nuestros aniversarios, cumpleaños, eventos especiales y hasta enfermedades que puedan suceder en los socios. También promueve reuniones de acercamiento entre los socios y sus familias por medio de convivencias los fines de semana con eventos deportivos, prácticas culturales interactivas, juegos de mesa, entre otras...
 
El debate entre el compañerismo y la amistad es un tema constante de los Rotarios entre sus escritos y participaciones en los diferentes foros. Hace unas semanas un club de Santiago de Chile expuso sus puntos de vista referentes a este tema.
 
Rotary es servicio.
Para servir hay que ser fraterno. La fraternidad es la unión entre los hermanos o entre los miembros de una comunidad. La fraternidad es la más noble de las obligaciones sociales. Ser fraterno, es condición “sine qua non” del ser de Rotary.
 
Ser rotario también exige solidaridad.
 Solidaridad es un sentimiento que impele a los hombres a prestarse ayuda mutua. Dependencia mutua entre los hombres que hace que no puedan ser felices unos, si no lo son los otros. Es además modalidad de una obligación.
 
Dos modalidades del amor, se manifiestan en las palabras amistad y compañerismo.
La amistad califica al afecto o cariño entre las personas. Compañero es el camarada, el que hace una cosa con otro. La amistad es una opción de afecto en libertad entre dos personas. Es un sentimiento incluyente y excluyente. En simples palabras, uno escoge a sus amigos entre todas las personas que la vida nos ofrece. Las gratificaciones, por lo tanto, van de uno a otro.
 
El compañerismo o camaradería es una variante de los afectos; el compañero se nos impone.
Nadie escoge a sus compañeros de estudios, universidad o trabajo.... Sin embargo establecen una relación solidaria en la acción; todos luchamos por el mismo objetivo.
 
Para unirme a otros debo compartir.
Compartir exige identidad e identificación, propiedades indispensables para lograr objetivos, sobrepuestos a los naturales obstáculos.
 
El compañerismo no tiene calidad inferior a la amistad, sino distinta.
Mientras los beneficios de la amistad son personales, la naturaleza del compañerismo es grupal o social.
 
Un buen compañero de trabajo no necesariamente puede ser nuestro amigo; como tampoco un amigo puede ser un buen compañero. Un compañero o camarada puede que no goce de nuestra simpatía, pero el juicio nos hace saber que es la persona apropiada para desarrollar una acción, un proyecto, un servicio.
 
Toda relación se fomenta en la palabra respeto.
Respetar significa permitir el libre desarrollo y evolución de la otra persona. Uno debe estimular a un amigo a que actúe en plena libertad, incluso para oponerse a él si no lleva la razón.
 
Sólo podremos estar orgullosos de nuestro club si nos identificamos con él. Es el orgullo que llega del esfuerzo común. De la acción de conjunto que hace venerables a los hombres.
 
La acción une y en la vida irrefutablemente, nada se detiene.
 
Un buen ejercicio de convivencia es reparar en las virtudes de nuestros compañeros. Pero para ello, es menester que aprendamos a descubrir nuestras propias virtudes.
 
Autor: Dr. Ignacio Méndez Lastra, nacho1948@hotmail.com